Nomadland, la belleza en el camino

Nomadland, la belleza en el camino

Nomadland es una de esas películas que o te fascinan o te aburren. Sin una trama excitante ni desenlaces lacrimógenos o sobresaltos, esta cinta es una prueba de que en las historias más sencillas se esconden las narraciones más bellas.

Basada en el libro Nomadland: Surviving America in the Twenty-First Century de la periodista estadounidense Jessica Bruder y cuyos derechos tenía su intérprete principal, Frances McDormand, la película narra la historia de aquellas personas que, tras la recesión económica de 2008, tuvieron que echarse a la carreta para vivir como nómadas después de perderlo todo.

Con una interpretación soberbia, Frances McDormand se ha coronado como la mejor actriz de su generación al conseguir su tercera estatuilla. McDormand encarna la historia de Fern, una mujer que al perderlo todo se ve obligada a vivir en una vieja furgoneta, emprendiendo un viaje hacia la América profunda del oeste del país. Un recorrido para descubrir que el dolor y la belleza siempre pueden hacerse más intensos.

Pero, más allá de todo aquello que apela a nuestras emociones, Nomadland es una crítica a una economía y una sociedad -la estadounidense- en la que los que más sufren las injusticias son los más desfavorecidos. Una historia capaz de mostrar que la realidad más aterradora del país americano es que cualquiera, en cualquier momento, puede convertirse en un marginado de los poderes y de la propia sociedad.

La película, ganadora el pasado 26 de abril de 3 premios Óscar (dirección, película y actriz principal), ha colocado en un lugar preeminente a su directora, Chloé Zhao, convirtiéndola en la primera mujer asiática -y segunda mujer en la historia- en ganar el Óscar a la mejor dirección gracias a una narración delicada y sobria.

Un ritmo que invita a la calma gracias, también, a la banda sonora deLudovico; una fotografía extraordinaria y una historia tan dura como real contada para mostrarnos que, en todos los caminos hay que pararse y observar para encontrar. Un trabajo que habla del desapego, la soledad, la pérdida y la melancolía de añorar lo que no tiene forma de volver.

Nomadland es, ante todo, un encuentro con lo bello y lo sencillo. “Lo que se recuerda, vive” y esta es una de esas películas condenadas a seguir vivas por mucho tiempo.

Nos vemos en el camino.

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