Olga Cuadrado: “La literatura mediterránea es una literatura muy consciente de su historia: atenta a la memoria de los pueblos”

Olga Cuadrado: “La literatura mediterránea es una literatura muy consciente de su historia: atenta a la memoria de los pueblos”

Si algo nos ha ayudado en estos meses de restricciones ha sido el efecto sanador de la lectura y su capacidad liberadora. En este sentido, el club de lectura Tres con libros, de la Biblioteca especializada Fátima Mernissi perteneciente a la Fundación Tres Culturas, ha sido para muchas personas un oasis en pleno encierro.

Con una lista de espera de más de un año, el club de lectura ha encontrado en la pandemia una oportunidad para romper fronteras y abrir las puertas a través de las nuevas tecnologías a unas charlas tan enriquecedoras como ricas. Y lo digo en sentido literal. Míticos son sus panes exclusivos y encargados para cada sesión con el que amenizan las charlas. La nueva realidad impide compartir pan (por el momento) pero no ha conseguido impedir saciar las ganas de compartir la maravillosa experiencia de la lectura.

Desde sus inicios en 2007, Olga Cuadrado lleva gestionando los recursos de este archivo con más de diez mil fondos bibliográficos y audiovisuales y siendo referencia de ese oficio tan fundamental para la vida del libro como es el de bibliotecaria. Con ella he estado charlando de la lectura en estos tiempos y cómo no, de libros.

Antes de la pandemia, durante las jornadas del Club de Lectura Tres con libros se compartía una hogaza de pan entre los asistentes. ¿Cómo surge esa iniciativa?

En 2010 organizamos una semana intercultural y la compañía Piratas de Alejandría trajo un pan espectacular. Quise saber quién lo había elaborado y me remitieron al panadero Fidel Pernía. Desde nuestra primera conversación hubo una conexión entre nosotros y de esa charla surge la idea de relacionar pan y libros. Hemos tenido la suerte de degustar en el club de lectura panes únicos elaborados para cada libro.

¿El confinamiento ha venido bien o mal a la lectura?

La lectura es siempre un refugio y más en estos tiempos complejos que nos ha tocado vivir. En general creo que la lectura ayudó a mucha gente, en concreto nuestros lectores nos pedían que continuáramos con el club de lectura, necesitaban la lectura como medicina. En mi caso, me costó bastante engancharme a la lectura, no me concentraba. Pude salir de ese bloqueo gracias buenas recomendaciones de libros.

Después de la experiencia del confinamiento domiciliario donde se paralizaron todas las actividades que lleváis a cabo desde la Biblioteca, ¿cómo dirías que ha sido la adaptación de los usuarios al impuesto “formato digital”?

Ha sido una adaptación increíble, además viendo cómo mujeres mayores sin mucha destreza tecnológica se abrían cuentas de Zoom o Instagram para que siguiéramos debatiendo lecturas. En mi opinión, lo digital ha venido para quedarse y tenemos que incorporar todo lo aprendido a la gestión cultural diaria. Nos hemos dado cuenta que utilizando la tecnología a nuestro alcance, ampliamos audiencias y eliminamos barreras geográficas.

¿Papel o ebook? ¿Cómo ha alterado la irrupción del libro electrónico a la vida de las Bibliotecas?

En mi caso papel pero nos hemos dado cuenta también de que el ebook tiene ventajas y lo hemos descubierto gracias a esta situación. El confinamiento ha ayudado al resurgimiento del libro electrónico y al aumento de su aceptación, así como al auge de los audiolibros.

El libro electrónico se ha incluido entre los servicios que ofrecen las bibliotecas gracias a plataformas como ebiblio. Las bibliotecas durante toda su historia han sido muy camaleónicas adaptándose siempre a las sociedades para seguir manteniendo lo que son, grandes centros donde se garantiza la democratización de la cultura.

Además del Club de lectura, con su pan y sus listas de música, ¿qué otras actividades se llevan a cabo desde la biblioteca?

El club de lectura Tres con libros es un proyecto más de la Fundación Tres Culturas, incluido dentro de la programación anual que organizamos para promocionar la literatura realizada en el Mediterráneo como las presentaciones de libros y los encuentros con autor. Además del festival literario Tres Festival, voces del Mediterráneo que hasta la irrupción de la pandemia hemos estado desarrollando en Granada con carácter bienal.

[A propósito del Tres Festival] ¿Qué ha supuesto el Tres Festival para la Biblioteca y su proyección?

Nos ha permitido contar con la presencia y complicidad de algunos de los nombres fundamentales de la literatura mediterránea del momento como la egipcia Nawal El Saadawi, el rumano Mircea Cărtărescu, la croata Dubravka Ugrešić, el israelí A. B. Yehoshúa, el franco-marroquí Tahar Ben Jelloun, la turca Asli Erdogan, el marroquí Abdelá Taia o el italiano Alessandro Baricco.

¿Qué perfil comparten los/as lectores/as del mediterráneo?

El perfil es necesariamente muy heterogéneo pero unido por una forma común de entender la vida y sobre todo las relaciones humanas. Creo que existe un carácter mediterráneo con una base histórica muy sólida que nos hace asemejarnos mucho más de lo que a menudo creemos.

¿Qué rasgo destacarías de la escritura mediterránea?

La literatura mediterránea es una literatura muy consciente de su historia, es decir, atenta a la memoria de los pueblos. Y a pesar de que los índices de lectura no sean tan altos como cabría desear, muy comprometida con las sociedades actuales. Dicho de otro modo, es una literatura que cree en su poder transformador y en su capacidad para imaginar un porvenir mejor.

¿Sientes que exista cierta reticencia a la hora de leer a autores/as del mediterráneo?

La literatura europea en general, y la anglosajona en particular, acapara buena parte del mercado, es un hecho fácilmente verificable. Más que reticencia, opino que falta información acerca de lo tremendamente rica que es la literatura mediterránea y, como es lógico, asumimos como un reto darla a conocer y que los buenos lectores las vayan incorporando poco a poco en sus bibliotecas.

Si tuvieras que decir una temática principal en la que se basan las novelas del momento, ¿cuál sería?

El Mediterráneo vive un momento convulso y esto tiene lógicamente un reflejo en la literatura. Sin embargo, los conflictos son abordados por parte de los escritores y escritoras como una variedad de enfoques y recursos realmente impresionante, que van desde el registro más dramático al tono reivindicativo o incluso el humor. Pienso, por ejemplo, en una novela tan tremenda como Canción dulce de la franco-marroquí Leila Slimani, en las reflexiones que propone Dubravka Ugrešić o en los reveladores y desenfadados cómics de Riad Sattouf. Por poner tres ejemplos.

¿Se percibe un aumento del número de escritoras?

Desde luego lo que ha crecido es la atención de los editores hacia éstas. Espero que no se trate de un fenómeno pasajero sino de un modo de asumir que la literatura no puede entenderse sin sus artífices femeninas.

Un libro que haya marcado un antes y un después de Olga Cuadrado como lectora y gestora de fondos.

La mujer helada (Cabaret Voltaire) de Annie Ernaux que me hizo replantearme mucho el papel de la mujer y de la madre en la sociedad en que vivimos.

¿Qué libro recomendarías a alguien que nunca haya leído a ningún autor/autora del mediterráneo?

Es difícil escoger uno solo. Permíteme decirte algunos: El baile de Irène Némirovsky, cualquiera de los libros de cuentos del israelí Edgar Keret o la poesía de la siria Maram al-Masri.

El concepto de héroe/heroína en la literatura mediterránea, ¿quién lo encarna?

Aunque resulte tópico, Ulises, el héroe por excelencia se mantiene todavía vigente. Todos seguimos reconociéndonos en ese espíritu aventurero y todos tarde o temprano queremos volver a casa.

Un conflicto que sigue siendo el gran desconocido para muchas personas es el árabe-israelí. ¿Tienes alguna recomendación al respecto?

Curiosamente ese conflicto ha generado menos literatura de ficción de la que cabría imaginar. Sobre todo en Israel. A parte de los muchos ensayos que están escritos sobre el tema yo recomendaría el periodismo en viñetas de Joe Sacco y el Metralla de Rutu Modan, una excepcional dibujante de cómic israelí.

Si tuvieras que decir un libro del amplio fondo que gestionáis que no puede dejar de ser leído, ¿cuál sería?

Un puente sobre el Drina, una novela del escritor serbio Ivo Andrić.

Entrevista realizada por Andalucía Culturea. @Culturea_And

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